Marina Domínguez no es Marina Domínguez. La verdadera Marina Domínguez es la amiga que no tocaba ni las palmas. El resto, las que al menos se sabían la escala da Do, montaron un grupo. Marta, Luna, Inés, Claudia (y Bea, cuando puede) hicieron unas canciones divertidas para quejarse un poco de la vida y resulta que no salieron tan mal (como Bea, Begut, es una rockstar, tuvo que dar un paso atrás tras grabar el EP, pero ¿quién sabe si de repente hará alguna aparición estelar?). Marina Domínguez nació para hacer algo así como “pop para las amigas”, canciones sobre lo cotidiano de ser una chica, letras frescas, estribillos pegones y un toquecito de misandria. Si les preguntan, la clave del éxito.
Les molaría sonar a un poco de todo. Las Petunias, Indigo De Souza, Radio Futura, Boygenius, El Canto del Loco, Katy Kirby, Cala Vento… Eclécticas, ellas. Su primer EP, grabado y producido en Lacasia de la Música, tiene mucho de fresco, de irreverente y a la vez emocional. «Todas a chica» es muchas cosas. Un castillo donde vivir con tus amigas. Ojalá fumar. Amor de ir por casa. Varios cortes de pelo. Síndrome de la hija perfecta. Una partida de mus.
